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Qué ilusión me hizo

Fue ayer, en un curso de Logopedia organizado por el Colegio de Logopedas de Galicia cuando por primera vez oí, exactamente, lo que siempre pensé. ¡Qué ilusión me hizo!

Un niño puede aprender a leer antes de los seis años.

Perfecto porque la opinión era de Isabelle Monfort Juárez, única ponente del curso y con experiencia sobrada en el tema.

Siempre me pareció una pérdida de tiempo esperar hasta los seis años para empezar. Podemos hacer muchas tareas encaminadas a la lectura que sean entretenidas, divertidas, y que nos ayuden a ganar tiempo. Esperar significa frenar el proceso enseñanza/aprendizaje.

¿Qué le aporta la lectura?

Además de los beneficios citados en otra entrada del blog, cito hoy otros más relacionados con el desarrollo y  la edad de inicio:

1.- Modifica su cerebro, el hemisferio izquierdo trabaja para activar diferentes áreas. Desarrolla habilidades cognitivas.
2.- Desarrolla y perfecciona el lenguaje. La expresión oral y escrita, aumenta el vocabulario y mejora la ortografía
3.- Ayuda a elaborar y ordenar el  pensamiento. Memoria secuencial (Ordenar y relatar lo que lee)
4.- Ayuda a integrar una correcta articulación

5.- Favorece el cultivo de imaginación y creatividad

6.- Estimula el razonamiento y la capacidad memorística

7.- Ayuda a conectar y crear vínculos entre personas por afinidad de lecturas.

Algunos casos en los que el niño no tiene una buena dicción, confunde fonemas y los articula mal, cuando aprende a leer integra la forma correcta y supera la confusión. Es importante porque cuanto menos tiempo dure una confusión, más fácil será superarla.

La motivación y la curiosidad puede que tengan su mayor grado de coincidencia en edades tempranas y no es bueno desaprovecharlas. No solo para iniciar, también para mantener y habituar.

La mejor herramienta para el desarrollo cognitivo y del lenguaje  es la lectura. ¡Motivación e ilusión!
Sin prisas es menos estresante la tarea, y, evidentemente empezando antes, no las hay.

Me gustó el curso. Dirigido a diseñar las tareas para el niño, adecuadas a su momento y su dificultad. Bueno es que un profesional pueda elaborar las tareas y no dependa de un método o de un cuadernillo editado, que puede aportar algo puntualmente, pero no debe ser la solución porque es despersonalizado, todo lo contrario a lo que necesita un niño.

Qué ilusión me hizo…

 

 

 

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