La música viste el silencio de vivos colores
Al hilo de la queja de los profesores de música, por la reducción de horas en enseñanza primaria y secundaria, me he planteado escribir sobre el tema, dada la importancia y múltiples beneficios de su aplicación en el proceso enseñanza-aprendizaje.
«La música viste el silencio de colores…» Las Campanas de Shambala
El origen de la música es previo al lenguaje.
Siempre se ha utilizado la música en todas las sociedades, incluso las más primitivas conocieron pronto el ritmo y lo utilizaban con su propia voz y su cuerpo para sincronizar esfuerzos.
Recuerdo el tiempo en que no se concebía una excursión escolar sin cánticos en el autobús…
La música es el lenguaje de las emociones.
El cine lo sabe bien y lo utiliza de forma magistral, puede meterte en la peor pesadilla o llevarte a disfrutar la alegría en estado puro. La música ha ayudado, también, a dormir a nuestros bebés, une a toda una comunidad religiosa en una plegaria… celebraciones, cantamos cuando estamos felices pero también tenemos música sacra, para solemnes funerales, salsa cuando quieres bailar…
Una frase que recordó mi compañera de coro, Ana:
«El corazón de las personas que cantan en un coro, late al unísono y sus emociones se sintonizan…»
Por suerte hemos sido capaces de comprobarlo…
Su presencia en el aula en diversas actividades escolares ayuda al desarrollo social, emocional e intelectual de los escolares. Todo lo que toca lo convierte en agradable
En líneas generales podemos decir que la música ayuda a los maestros a presentar la materia de una manera más lúdica y a los niños a percibirlo así, por tanto, la motivación es mayor y la atención también.
Si mejoramos la atención, estamos dotando a los niños de una herramienta fundamental en su actividad, mejorará la capacidad de concentración y también la memoria y crearemos el clima necesario para transformar los aprendizajes en significativos, que es lo que pretendemos.
Testimonios de educadores hay muchos pero he seleccionado este que me llamó la atención:
“Durante los últimos años he hecho uso de la música como una herramienta en pro del proceso de la enseñanza. Los niños que han sido estimulados a través de la música han fortalecido todas sus áreas de desarrollo. Hubo aumento en los niveles de concentración, motivación, cooperación e incluso mejoró su conducta” Mª Alejandra Tinoco
En estimulación de lenguaje, el canto mejora la producción del lenguaje y cuando se consigue avance, termina ofreciendo confianza. Así que ayuda a mejorar la autoestima que tan necesaria es para avanzar en la intervención en cualquier trastorno. La capacidad de llevar el ritmo con manos y pies y palmoteando brazos y piernas es divertido e instructivo, ya que nos permite trabajar el esquema corporal entre los más pequeños que trabajarán partiendo de un juego y lo disfrutarán.
Ayuda a secuenciar, una habilidad muy importante en el aprendizaje de la lecto-escritura. Tocar palmas para marcar un ritmo en una actividad para separar sílabas o palabras, en conciencia fonológica nos ayuda a marcar la posición de acentos, fonemas etc…
Cantar, bailar, escuchar música es una actividad indispensable en el período de desarrollo y en la vida posterior. Hace compañía y llena todo, de armonía y de “buen rollo”, con niños y adultos y es divertida. Motiva, divierte e involucra, por tanto, es un motor de potencia incalculable
La pasada noche, en la televisión, un programa ofreció la actuación de un coro de personas con Alzheimer. Les hemos visto cantar sin aparente problema de memoria, sabiendo, que en otras situaciones, borrado todo o gran parte de sus recuerdos, están “en blanco”
La música enciende la emoción y todo lo graba, va más allá de la memoria, queda en ese rincón que todos tenemos donde guardamos la emoción vivida y, sin ser conscientes, viene la música y activa el recuerdo, incluso en la peor de las situaciones.
Con el recuerdo se activan las mismas emociones que tuvimos cuando lo vivimos, por eso ayer, el plató, fue pura emoción, intensa y real.
https://youtu.be/MorEQICzz_I (bailarina con alzheirmer que recuerda el baile)
Dicen que no hay aprendizaje sin emoción, por eso nos hace falta la música en la enseñanza. En las aulas no solo se enseñan contenidos también hay que alimentar sueños, los que permiten crecer con un desarrollo armónico que es lo que pretendemos.
Díselo con música!!! Alimenta sus sueños, vístelos! La música viste el silencio de colores…