Llega la Navidad. Me gusta, es una época de encuentro. Me gusta vivirla, desde adornar la casa hasta ver caras que asoman pocos días al año. Y llegan los propósitos.
Cambia la luz de la calle, centellean cientos de bombillas y aparecen engalanadas plazas y balcones en toda la ciudad.
En pocos días entraremos en 2024.
Es un paso y no es nada…
Y llegan los propósitos para año nuevo y en eso me gustaría detenerme.
Mis propósitos:
Me veo en el espejo que es lo que es la logopedia.
Me veo indicándote el punto de articulación de la /r/ que lo tienes confundido.
Me veo dándole vueltas a cómo explicar eso que no te gusta.
Me veo dirigiendo el soplo en una botella de agua…
Me veo compartiendo palabras, significados, colores e ilusiones poniendo voces, hablando en Balleno… (Siempre risas)
Me veo inventando mil personajes para que puedas imitarlos, y así corregir… La imitación hace de la sesión un café teatro lleno de risas pero que moldea lo que necesitamos.
Me veo escribiendo tu nombre en el aire y a ti, siguiendo mi mano…
Me veo y te veo iniciando un nuevo cuaderno y fomentando en ti el gusto por la escritura, en tu día a día.
Me veo en la clase de Mindfulness.
Te veo y Me veo en mil idas y venidas de humor, estrés y dolor… Así seguiremos…
Me veo respirando, inspirando lo que sobra, espirando lo necesario y repartirlo!!!
Me veo dándome cuenta una vez más que el único propósito que funciona es que el que persevera.
Así te veo y me veo, en la perseverancia.
Porque resistir no es crear resistencias, es continuar poniendo la confianza en la evolución. Y lo que acabo de enumerar son propósitos que quiero crear, no sé si los conseguiré todos porque no depende de mí solamente. Pero me veo intentándolo una y otra vez, para demostrarme a mi misma que: Quien resiste, gana
Date un tiempo, todo es un proceso y tú éxito depende de tu insistencia.
Tengo que decirte que es en esa piedra donde tropiezas, que es ahí donde te precipitas y no das tiempo, que los resultados no se ven durante el proceso, por eso abandonas.
Luego, ese abandono te lleva a pensar que no tienes perseverancia y no es correcto. Porque eso no se tiene, es un cultivo y como tal hay que cuidarlo.
Ese cultivo te llevará a otros, con la misma técnica, en la misma carrera de fondo y llevarás en ti el éxito. Cuando mimes y cuides tu propósito… En ti, en todo, para siempre.
Recuerda: lo que crees, lo creas…
¡Feliz Navidad 2023 y felices propósitos!