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¿Qué es el tdah?

Tengo que decirte que sé cómo te sientes, que no eres culpable, que no es problema que provoques tú, como se ha dicho tantas veces… Puedo decirte que con TDAH se nace. Pero ¿Qué es el TDAH?

No entiendes su comportamiento y te angustias… No conocías el trastorno y, por tanto, te sorprende todo lo que aparece en su conducta…

Claro, tiene TDAH, un trastorno en su desarrollo neurológico que afecta a algunas áreas de su cerebro que tienen relación con el control de:

Dificultad para mantener la atención.

Mucha actividad en relación con el movimiento.

Comportamiento impulsivo.

Es por eso que flaquea en tareas que requieran

Concentración (Atención dispersa)

Tranquilidad (Movimiento excesivo)

Control, que no acabe llevándose por sus impulsos.

Por ello es imprescindible que te pongas en manos de un especialista en el tema para conseguir un diagnóstico clínico ajustado. Porque necesita de tu ayuda y si no sabes, no puedes ayudarle. El pediatra o neurólogo son las personas con mayores conocimientos para hacer el diagnóstico. No des vueltas.

Él está tan despistado como tú, sufre los síntomas que si a ti te desquician, a él le llega tu imagen desquiciada por su conducta y no debe ser muy tranquilizador. Es por ello que te necesita. Nadie mejor que tú para transmitirle calma, para tranquilizarle. Si él no puede controlar sus impulsos y comprueba que siembra alteración en el ánimo de los otros, todo indica que puede convertirse en otra fuente de descontento.

De hecho, esto podrá explicar el hecho de que llegue a hacer problemas de ansiedad, baja autoestima, depresión, irritabilidad, dificultades de aprendizaje y terminará afectando a sus relaciones sociales, en la escuela y en la vida también.

Por ello es importante el diagnóstico a tiempo. Porque si el trastorno es de atención, sin hiperactividad, puede retrasarse. En este caso, al no tener esa actividad que avisa, el déficit de atención en edades tempranas pasa desapercibido.

El diagnóstico a tiempo, en edades tempranas, consigue reducir males asociados. Conocen su trastorno, están tratados y reciben ayuda. Evitan en una gran parte esa ansiedad por desconocimiento, el fracaso escolar, la baja autoestima… todo un abanico de efectos colaterales que se minimizan al recibir tratamiento y/o ayuda.

Por el contrario, un diagnóstico tardío lleva a dificultar mucho el cambio en el comportamiento porque ya está asumido como propio.

Tampoco se verá capaz de cambiar sus resultados escolares pues tiene un déficit escolar importante y considera que no es capaz.

El trato en casa, por miedo a sus reacciones, es permisivo con lo que tenemos un escenario mucho más complicado para intervenir y tanto en la familia como en su propia persona el paso del tiempo ha minado el ánimo y el interés y así trabajar en un posible cambio está complicado.

Sin diagnóstico el problema de concentración persistirá en la edad adulta.

Quizá mejore la hiperactividad en su faceta de movimiento pero puede que se transforme en ese pico de nerviosismo interno que normalizan pero es incómodo y sobre todo, innecesario.

La impulsividad con agresividad podrá ceder pero puede dar paso a comportamientos rutinarios compulsivos y en casos extremos pueden acabar en consumos nada recomendables.

Siempre observa al niño/a, nadie mejor que tú para recopilar datos que pueden ayudar en un diagnóstico, cuando veas algún comportamiento que encaja con:

Falta de atención,

Impulsividad y excesivo movimiento,

si además en el colegio te dicen que no sigue las normas, que es vago…

ya tienes una base para buscar ayuda. Pero en siguientes artículos veremos con más detenimiento cuales son los síntomas que pueden tener para ser considerado TDAH.

 

 

 

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